sábado, 22 de septiembre de 2007

Hacia la conquista de uno mismo


Una de las imágenes más repetidas en los textos clásicos es la de la lucha, el combate o la guerra en general, como símbolo de conquista interior, no como simplemente un acto violento que impone al más fuerte sobre los demás. La conquista es primero y siempre interior y es lo fundamental para convertirnos en Hombres. Tampoco debemos olvidar que el Hombre es aquel que se eleva del mundo terrestre y plano y se verticaliza.

Saint Exupéry maneja magistralmente estos símbolos, uniendo la idea de conquista o construcción de uno mismo a la necesidad de tener un eje de verticalización que es el que nos dirige. Ese impulso vertical es el espiritual.


Y comprendí que era necesario distinguir la conquista de la sujeción. Conquistar es convertir. Constreñir es aprisionar. Si yo te conquisto, libero un hombre. Si te constriño, aplasto. La conquista se realiza en ti, y a través de ti en una construcción de ti mismo. La sujeción es el montón de piedras alineadas y semejantes todas, de las que nada nacerá.

Y se me hizo evidente que todos los hombres podían ser conquistados. Los que velaban y los que dormían, los que hacían su ronda sobre las murallas y los que abrigaban esa ronda. Los que se regocijaban por el recién nacido, o los que se lamentaban por un muerto. Los que oraban y los que dudaban. La conquista consiste en edificarte tu armadura y abrirte el espíritu a las provisiones plenas. Pues hay lagos para abrevarte si se te muestra el camino. Y yo instalaré mis dioses en ti para que ellos te iluminen.
Cap. CX

1 comentario:

Hijo de la Sabiduría dijo...

Gracias Tachen por compartir!

Excelente blog... sólo podía ser de gente de la Familia!

Carlos Chiari
Panamá