domingo, 6 de abril de 2008

Construirse a uno mismo (I)

Siempre me cautivaron las imágenes que nos da Saint Exupéry acerca de cómo conseguir ser un Hombre (ahora, por lo del lenguaje sexista debería decir un "ser humano"). De hecho, la temática principal de Ciudadela es ésa precisamente. Hace mucho tiempo (en un libro que perdí y nunca más he vuelto a encontrar, pues no recuerdo el título) leí que en Saint Exupéry se notaba la influencia de F. Nietzsche. Estaba bien fundamentado, pero desde entonces he leído otras biografías suyas y nadie más lo menciona. Vayamos al extracto de su libro
¿De dónde deduces que el cedro ganaría al evitar el viento? El viento lo desgarra pero lo funda. Mal sabio el que separa el bien del mal. Buscas un sentido a la vida, cuando ese sentido es, en primer lugar, llegar a ser uno mismo, y no ganar esa paz miserable que tiende hacia el olvido de los litigios. Si algo se opone a ti y te desgarra, déjalo crecer, que así afianzas raíces y te renuevas. ¡Bienvenido el desgarramiento que te impulsa al parto de ti mismo! Pues ninguna verdad se demuestra y se consigue con las evidencias. Y las que te proponen son arreglos cómodos y semejantes a drogas para dormir.
Cap. XLIX

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